Organización del hogar: Productos y consejos para una casa impecable
Organizar el hogar no se trata solo de etiquetas bonitas o armarios ordenados por colores. Se trata de facilitar las tareas diarias y crear un espacio funcional. En este artículo, te compartiré productos de organización que he probado y que realmente marcan la diferencia.
Cestos de lavandería: El primer paso hacia el orden
La ropa sucia es inevitable, así que necesitas un lugar adecuado para ella. El error común es elegir un cesto al azar que no se adapta a tus necesidades. Aquí tienes algunas recomendaciones:
- Cestos con ruedas: Ideales para no cargar con peso. El modelo de IKEA con ruedas bloqueables es muy práctico.
- Cestos con bolsa extraíble: Como el Joseph Joseph Tota Pop, perfectos si tienes la lavadora en otra planta.

- Cestos con compartimentos: Para separar la ropa por colores o por miembro de la familia.
- Cestos tipo bolsa: Ligeros y fáciles de transportar, como el IKEA Klunka.
La clave es elegir un cesto que se adapte a tu rutina y espacio.
Cables bajo control: Despeja tu espacio visual
Los cables son omnipresentes, pero no tienen por qué ser un problema. En lugar de intentar eliminarlos, ¡ocúltalos! Aquí tienes dos soluciones efectivas:
- Cajas para cables: Esconden regletas y cables sueltos, creando un aspecto más ordenado.
- Bandejas para cables bajo el escritorio: Perfectas para oficinas en casa, evitan que los cables cuelguen o se arrastren por el suelo.
Un espacio de trabajo ordenado aumenta la productividad.
Limpieza sin esfuerzo: Aspiradoras inteligentes
Limpiar derrames y suciedad puede ser frustrante. La Dreame H12 Pro Flexreach es una aspiradora que simplifica esta tarea. Su modo inteligente ajusta la succión y la salida de agua según la suciedad del suelo. Además, se limpia sola con agua caliente a 90°C y seca el rodillo. Su diseño permite limpiar bajo los muebles y cuenta con un sistema anti-enredos para pelos largos o de mascotas.

DREAME H12 Pro FlexReach
Aspirador en Seco y Húmedo, Alcance Plano de 180°, Secado Durante 5 Min, 18 kPa de Succión, Lavado en Caliente a 90 °C, Limpieza de Borde a Borde, Limpieza de 50 Minutos
Zapateros: Aprovecha el espacio vertical
Los zapatos ocupan mucho espacio. Un buen zapatero te permite aprovechar el espacio vertical y mantener el orden. IKEA ofrece opciones diseñadas para entradas pequeñas y estrechas, como el modelo Bissa. También puedes optar por un banco zapatero o, si tienes espacio, diseñar un mueble a medida con cajones.
Recuerda que si vives en un clima húmedo, es importante que el zapatero tenga ventilación.
Cuencos y bandejas: Detalles que hacen la diferencia
Estos elementos son herramientas de organización infravaloradas. Un cuenco bonito en la entrada para las llaves y las gafas de sol, o bandejas para agrupar objetos en el escritorio, el dormitorio o el comedor, crean un ambiente más ordenado. Agrupar objetos en un recipiente hace que el ojo perciba una sola unidad, lo que reduce la sensación de caos.
El secreto del Lazy Susan: Acceso fácil en la cocina
Si no tienes un Lazy Susan en tu cocina, ¡te estás perdiendo algo! Es ideal para armarios profundos donde las cosas tienden a desaparecer, o cerca de la estufa para tener las salsas a mano. También puedes usarlo en la nevera para mantener visibles los tarros y condimentos.

Rodillos quitapelusas: No solo para la ropa
Los rodillos quitapelusas son perfectos para eliminar el polvo de sofás y tapicerías. Si tienes mascotas, el Chom Chom es imprescindible. Atrapa el pelo al rodar sin necesidad de papel adhesivo y es reutilizable.
Organizadores de cajones: Divide y vencerás
Los organizadores de cajones transforman el interior de tus muebles. En la despensa, separan los snacks y los artículos sueltos. En la cocina, el separador de cubiertos es esencial, pero también puedes usar separadores ajustables para platos y cuencos. Para la ropa, las cajas de IKEA son perfectas para separar calcetines, ropa interior y camisetas dobladas.
La caja de donaciones: Un espacio para lo que ya no necesitas
Ten una caja de donaciones siempre a mano. Cuando dudes si quedarte con algo, hazte estas preguntas: ¿Lo compraría de nuevo? ¿Lo reemplazaría si se destruyera? Si sigues dudando, déjalo en la caja. Si no lo echas de menos en 6 meses o un año, ¡dónalo sin culpa!